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SOBRE LA PAREJA

¿Qué puedo recordar hoy para mi evolución personal en la pareja?

Que no estas sola: que en una pareja hay dos personas.

Tienes que recordar que cada miembro de la pareja tiene su propio universo y su propia historia: un presente y un pasado. También que cada uno tiene sus propias expectativas de futuro. Por lo que imagínate qué complejo tratar de imaginar por qué hace lo que hace el otro cuando ni siquiera somos capaces de saber conscientemente por qué nosotros mismos hacemos lo que hacemos. Focalizarse en lo que hace o deja de hacer otro es una manera de escapar de lo que nos pasa y lo que hacemos nosotros mismos. Nos enfocamos en el otro y proyectamos en él nuestras propias sombras. Tenemos la opción de elegir ser responsables y focalizarnos en nosotros mismos, saber qué es lo que nos está pasando a nosotros. Si no nos hacemos responsables de nuestras sombras perdemos la oportunidad de sanarlas, llevándoles la luz de nuestra consciencia. Y el otro es solo un espejo. Todo lo que el otro despierta en ti ya estaba en ti antes. El otro solo lo recuerda, lo evoca lo saca a relucir. Si tu no tuvieras dolor nadie podría hacerte daño. Si tu no tuvieras ira o enfado acumulado nadie podría provocar eso en tí. Solo se despierta lo que ya está en ti para recordarte que puedes sanarlo, soltar.

Entonces es mucho más sencillo centrarse en uno mismo y preguntarse “¿qué es lo que me está pasando?”. ¿Qué creencias y bloqueos limitantes influyen en mi actitud dentro de la relación que ahora no esté viendo o reconociendo? ¿Qué puedo aprender y comprender de lo que ocurre y de mí misma/o? ¿Cómo llevo mi luz (mi consciencia) a mis sombras (subconscientes) ?

De acuerdo entonces enfocándolo mejor: ¿Qué me está afectando en esta situación que no estoy viendo y comprendiendo y qué no me permite vivir las relaciones de amor y paz que deseo y  que merezco? ¿Qué pasos puedo dar para llevar luz a las sombras de utilidad general?

Iremos de lo particular a lo general. 

Tu infancia tiene un gran peso en este asunto. La falta de referencias de lo que es una relación de pareja, ni siquiera de lo que es la convivencia en pareja. No has tenido ejemplos ni referentes, tus padres se separaron cuando tu eras un bebé. Sin embargo has tenido ejemplos de relaciones de pareja a tu alrededor: los padres y madres de tu entorno de amigos. Te has fijado en ellos, te fascinan, te fijas mucho en las parejas a tu alrededor, porque buscas referentes. Y es así como has construido un rompecabezas de idea de lo que es una relación de pareja, un collage de los detalles que te gustaban, extraídos de lo que has observado en otras parejas: de sus gestos y momentos de amor. De alguna manera construiste una creencia idealizada de lo que es una relación de pareja.  No se ha basado en la realidad sino en ideas: a nivel mental has “racionalizado” el amor por decirlo de alguna manera. Lo has llevado del corazón a la cabeza…porque puede que sentirlo nos dé más miedo que pensarlo. La idea de una relación perfecta obviamente no es real es solo mental. Estás idealizando. Te la puedes llegar a creer pero no dejará de ser una ilusión creada por tu mente.  

Uno de tus desafíos es dejar ir todas esas ideas y juicios de “cómo debe de ser” esa relación de pareja, porque están basadas en ilusiones, en cuentos de hadas y los cuentos que los demás te han contado. Porque la gente suele contar solo las partes bonitas. Si estás dispuesta a dejar ir todas las creencias de cómo tendría que ser esa relación entonces le das espacio a la realidad tal y como es, a que las cosas ocurran tal y como quieran ocurrir. Te dejas sorprender, te abres a la espontaneidad, la naturalidad de la vida. 

Lo que aprendemos en el viaje interior es a sacarnos los velos de todas las ilusiones que hemos construido con nuestra mente y que nublan nuestra visión, la condicionan. Además de atreverse a sentir todo lo que sintamos sin ahogar, reprimir o no dejar ser a ciertas emociones. Ver la realidad de frente y aceptarla tal y como es sin ir por la vida corroborando que sea como creemos que debería ser. Creer que debe ser de una manera es uno de los obstáculo que quieres superar. Cualquier preconcepto es una imaginación, es una ilusión que empaña el vidrio de tus lentes y no te dejará ver la realidad tal y como es. Y la realidad no solo es vista es sentida. Si pensamos demasiado tendemos a controlar lo que sentimos. El equilibrio entre el pensar y el sentir es muy útil para vivir en paz.

Si estás enfocada en cómo debe de ser, en cómo se debe de actuar, no estarás en el momento presente viendo lo que es en realidad dejándote fluir con el momento. Te estarás perdiendo lo que esté ocurriendo o lo que podrías sentir cuando las cosas son como son y no como creas que. deberían ser. Y son los hechos los que hablan de la realidad, no su correspondencia con tus  ilusiones. Y debes preguntarte: ¿quiero vivir la realidad o vivir de decepción en decepción corroborando que las cosas casi nunca son como las he imaginado? La mayoría de veces serán distintas y según tu nivel de consciencia y de aceptación casi siempre serán mejores. Entonces te darás cuenta de la pérdida de tiempo que es ilusionarse porque tu mente solo puede imaginar dentro de los parámetros de lo que ha conocido pero tu corazón es intuitivo y está más allá del pasado conocido donde se instala la mente: el corazón, el sentir está en el momento presente. Y la vida te da sorpresas si la dejas. Verás lo hermoso que es vivir la realidad tal y como es. Ahí te encontrarás con muchísimas sorpresas. Venga, suelta la ilusión y dale la bienvenida a la realidad. Alguien ahí te está esperando.